miércoles, 16 de marzo de 2011

TSUNAMI EN JAPÓN: UN LLAMADO A LA MEDITACIÓN Y LA ORACIÓN


La noticia del tsunami del viernes me tiene supremamente consternada y abrumada... ¡Sin palabras...! ¿Cómo es posible que una catástrofe de semejante magnitud golpee a un país de esa forma tan implacable? ¿Por qué volvemos a experimentar este tipo de tragedias?  ¿No fue suficiente con Chile, Haiti, Indonesia y Tailandia? ¿Qué nos muestra la naturaleza con esta fase de ajustes crecientes?  Sin embargo, este tipo de sacudidas me ponen a reflexionar y me obligan a replantear mi papel y mi verdadero propósito en este mundo. A veces necesitamos que "nos muevan el piso" para ver con más claridad el camino a seguir, y en mi caso  siento que debo transmitirles este mensaje de amor que invita al equilibrio y la armonía. Para ello quiero citar unas palabras de mi amiga Mónica, Terapeuta de Ángeles, quien en carne propia vivió el tsunami de Tailandia el 26 de diciembre de 2004 y después de revivir en su interior esas imágenes devastadoras escribió lo siguiente:

"... Conectada una vez más con mi presente, entendí que mi trabajo es ayudar. No, no ayudo enviando donaciones, ni volando hasta allá a levantar escombros aunque me gustaría, mi ayuda se ubica en otro plano. Ayudando a que todos ustedes abran sus corazones, se conecten con la compasión, no con la lastima y desde allí, desde el centro de su corazón, este centro energético puro y divino envíen luz, energía, pensamientos positivos y quizás una oración a todas las personas que pasan por estas situaciones desastrosas. Les hago un llamado a ponerse en los zapatos de estas personas y entender qué es lo que sienten, qué es lo que viven. ¿Para qué hacer esto?  para que en un acto de amor por nuestros semejantes y hacia nosotros mismos, ayudemos a sanar la madre tierra, a que las energías se estabilicen y a que el proceso de limpieza que ella esta llevando a cabo sea lo mas amoroso posible y para que entendamos que así como en Japón, al otro lado del mundo se necesita de toda la energía de amor posible, quizás en algún momento nosotros la necesitemos también y recuerden que todo lo que nosotros damos, regresa naturalmente a nosotros multiplicado". 
"Si pueden hacerlo solos, háganlo, de lo contrario, únanse a las múltiples redes o grupos de sanación, yoga, meditación, oración o lo que mas les resuene, para enviar esta energía a quienes mas lo necesitan. Pidamos a Dios, Jesús, María, arcángeles, ángeles y todos los seres de luz que apoyen y acompañen a nuestros hermanos japoneses durante estos momentos de devastación. Visualicemos a la isla de Japón envuelta en una luz blanca y pongamos la intención de que sea sanada, una luz que será guiada por el arcángel Rafael, el sanador, el arcángel Ariel, quien vela por la naturaleza y el arcángel Miguel, quien protege y limpia". 
Así las cosas, los invito a realizar un alto en el camino y aunque se que NO podemos cambiar lo sucedido, sí podemos afectar lo que pase de ahora en adelante. Iniciemos esa reconexión con la tierra, con el niño interior y tomemos más conciencia de la existencia de ese vínculo para fortalecerlo cada día más, mediante una vida más integral, armoniosa  y respetuosa. Unámonos en oración o a través de la meditación para elevar nuestra conciencia colectiva al nivel del amor universal y enviémosle mucha luz a nuestros hermanos del Japón.









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